Monitoreo remoto de cultivos: índices NDVI y GNDVI

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Los índices de vigor brindan información sobre el estado sanitario y nutricional de los cultivos. Se puede acceder a ellos desde ACA Mi Campo con datos actualizados cada cinco días. Permiten monitorear los lotes y detectar problemas a tiempo.

Saber es poder, se dice desde hace siglos, y el productor agropecuario lo sabe mejor que nadie. Detectar un problema a tiempo es clave para buscar soluciones y atravesarlo sin mayores pérdidas.

Para facilitar el control y monitoreo de los lotes, ACA Mi Campo ofrece una serie de herramientas que permiten conocer la situación de sus cultivos en tiempo real y desde los dispositivos que tiene a la mano. Una de esas herramientas son los índices de vigor, que representan el estado sanitario y nutricional de los cultivos, a partir de la detección de la energía reflejada.

Pablo Cesanelli, ingeniero agrónomo, especialista en agricultura digital y miembro del equipo de ACA, lo explica de esta manera: “Los índices de vigor se calculan midiendo la energía reflejada por los cultivos. Cuando la energía solar alcanza la biomasa, algunos espectros son absorbidos y otros reflejados. Las cámaras multiespectrales que utilizamos, que están montadas en satélites, miden esa energía reflejada en las bandas energéticas del espectro visible (roja, azul y verde) -como todas las cámaras fotográficas- y también capturan otras bandas de energía, como la infrarroja, las microondas o el infrarrojo cercano”.

Índices NDVI y GNDVI

De la información obtenida por las cámaras multiespectrales se derivan varios índices. Uno de ellos es el de vegetación diferencial normalizado (NDVI), que se calcula a partir de la energía reflejada del infrarrojo cercano y de la banda roja. Se lo conoce comúnmente como índice verde y es el más usado a nivel mundial en aplicaciones agronómicas.

“En agricultura, la medición de la banda NIR (infrarrojo cercano) es una de las más importantes” comenta Cesanelli. Y continúa: “La vegetación sana absorbe gran parte de la energía roja y azul, y buena parte de la energía verde -aunque la refleja un poco más, de ahí que nosotros la veamos de ese color-. En cambio, refleja gran cantidad del infrarrojo cercano, la banda NIR. Cuando la vegetación sufre algún estrés, ya sea una helada, un anegamiento, una plaga, ese coeficiente de reflexión del infrarrojo baja bruscamente, es muy sensible al estado sanitario de la planta y por lo tanto un muy buen indicador para detectar problemas que requieran rápida atención.”

Otro de los índices que se obtienen a partir de estos registros es el Green NDVI -o GNDVI-, una variación del anterior que utiliza también la banda infrarroja pero la banda verde en lugar de la roja.

Este índice es útil para medir el estado sanitario de determinadas especies en momentos del ciclo de cultivo en que el índice NDVI se satura y pierde capacidad para discriminar valores, como en los maíces en floración.

Acceso ágil, interpretación sencilla

Por compleja que pueda parecer la explicación al ojo no entrenado, la aplicación práctica de estos índices es simple.

A través de ACA Mi Campo, el productor recibe imágenes actualizadas cada cinco días (siempre que no haya nubes) que reflejan los valores NDVI y GNDVI en mapas de los lotes con distintos tonos de coloración.

El ingeniero agrónomo puntualiza que “se trabaja a nivel de píxeles, que tienen una resolución de 10×10 metros, y cada uno recibe un valor que se asocia a un color. Los valores altos, entre 0.6 y 0.8 según la especie, se ven en distintos tonos de verde y representan la vegetación sana y abundante. La vegetación estresada se sitúa cerca del 0.3. Esos valores intermedios se representan en una escala que va del marrón al amarillo, alcanzando tonos rojos cuando se acercan al cero para facilitar la interpretación. El suelo desnudo también presenta valores cercanos a cero. Los valores negativos, que se asocian a masas de agua o hielo, se ven en tonos azul oscuro.”

Una caída de estos indicadores es una llamada de atención. Pueden estar señalando el ataque de una plaga, un anegamiento, una helada o cualquier otra incidencia biótica o abiótica que pueda afectar el estado de vigor de ese cultivo. Pablo Cesanelli asegura que es una herramienta fácil de usar.

Como herramientas complementarias para el análisis, el usuario puede ver la imagen real del lote y contrastarla con el mapa de índices. También puede dividir la pantalla en dos y comparar el mismo índice en diferentes fechas e incluso diferentes índices (NDVI – GNDVI) de un mismo lote.

Más eficiencia con la información a tiempo

La posibilidad de acceder a estos índices de manera rápida, sencilla y gráfica desde ACA Mi Campo facilita el monitoreo remoto y ofrece una visión integral de los lotes. Esto es especialmente útil en aquellos de gran dimensión y áreas de difícil acceso.

Además, gracias a la georreferencia, la identificación de puntos críticos permite un uso más eficiente del tiempo de monitoreo, ya que se pueden programar las futuras visitas, enviar solicitudes de inspección georreferenciadas y generar órdenes de tarea con recomendaciones agronómicas del asesor.

De este modo, el usuario puede identificar anomalías, realizar comparaciones en ventana dividida entre las diferentes fechas y diferentes índices, analizar la evolución del cultivo y tomar decisiones a tiempo.

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